VENGA TU REINO

 

Cuando el Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos a orar, les reveló un modelo espiritual de conexión con el Padre. En Mateo 6:10, dentro de la oración del Padre Nuestro, se nos instruye a decir:

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“Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”

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Esta frase no es simplemente una expresión devocional, sino una proclamación profética y una declaración de guerra espiritual. Representa el anhelo y la acción de que el gobierno de Dios, su justicia, su presencia y sus designios eternos sean establecidos sobre la tierra, desplazando todo sistema de tinieblas, corrupción e injusticia.

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1. ¿Qué significa “Reino de Dios” (Basileia tou Theou)?

 

La palabra griega "Basileia" (βασιλεία), usada en los evangelios, no se refiere a un territorio físico o geográfico, sino más bien a un reino en sentido dinámico: el ejercicio del gobierno, la autoridad y el poder del Rey. Es decir:

Basileia = El dominio soberano de Dios, su reinado activo y su señorío sobre todas las cosas.

Por tanto, el Reino de Dios es el gobierno celestial manifestado en la tierra, y su avance implica que:

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·       Su voluntad es conocida y obedecida.

·       Su justicia reemplaza la iniquidad.

·       Su paz desplaza la violencia.

·       Su verdad desmantela la mentira.

·       Su autoridad confronta y desaloja toda potestad del enemigo.

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2. Jesucristo: el Rey del Reino

El Reino de Dios no es una ideología ni una organización humana. Es el reinado activo de Jesucristo, el Rey de Reyes, que comenzó a manifestarse con su encarnación, se extendió con su ministerio, se selló con su muerte y resurrección, y se multiplica hoy a través de su Iglesia.

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“Porque el Reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.” (1 Corintios 4:20)

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Cada vez que oramos “Venga tu Reino”, estamos:

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·       Invitando al Rey Jesús a gobernar nuestras vidas y territorios.

·       Reclamando la manifestación del cielo en la tierra.

·       Declarando la derrota de los poderes del mal.

·       Intercediendo para que naciones, familias, ciudades y culturas sean transformadas por su soberanía.

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3. Aplicación profética y práctica

 

En tiempos de crisis nacional, oscuridad espiritual o descomposición moral, la oración “Venga tu Reino” no es pasiva, es militante. Es un clamor apostólico por el alineamiento de la tierra con los diseños eternos del cielo. Es un llamado a la Iglesia a:

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·       Proclamar al Rey.

·       Establecer su justicia.

·       Desmantelar estructuras ilegítimas de poder.

·      Modelar la cultura del Reino en cada área de influencia: gobierno, educación, justicia, medios, economía, arte, familia e iglesia.

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